Debido a las propiedades curativas y de belleza del Aloe Vera, debería ser un fondo de jardín en cada uno de nuestros hogares. A causa de sus múltiples usos es conocida también con el nombre de “planta milagrosa”. La gran ventaja de esta planta es que no requiere un cuidado especial.
- Consigue una maceta no muy grande pero sí ancha, procurando que el peso de ésta no sea excesivo. Así será más fácil su transporte de un lugar a otro.
- Mezcla un poco de tierra con arena o perlita, para así prestarle a la planta un sustrato seco, poroso y nutritivo como el que necesita.
- Durante los trasplantes del Aloe Vera, y una vez llegada la primavera, el humus de lombriz es lo que mejor abonará el suelo.
- El Aloe necesita mucha luz, por lo tanto, si se encuentra en el interior del hogar, preferiblemente que sea un sitio dónde pueda recibir la mayor cantidad de luz de sol. Si por el contrario, la planta se encuentra en el exterior, simplemente ten en cuenta que para evitar su deterioro, protégela cuando llueva o las temperaturas alcancen niveles muy bajos.
- Lo primordial es saber que una gran cantidad de agua puede podrir el aloe vera, por lo tanto sólo es necesario regarla cada 15 o 20 días y con pequeñas dosis.